Estudié en la disciplina Técnicas de Negociación que las tres características o perfiles más importantes que debía tener un jefe de equipo eran coordinador, cohesionador e impulsor. Me extrañó que, por ejemplo, la iniciativa o la decisión no aparecieran en los primeros puestos de este ranking personalísimo. Ayer, cuando terminé de reflexionar las ideas que Dennis Bakke desgrana en su texto “The Decision Maker: Unlock the
Potential of Everyone in Your Organization, One Decision at a Time”[1], entendí mejor el por qué de esas tres primeras cualidades de la personalidad.
Según Bakke, las organizaciones inteligentes están comenzando a reconocer que el secreto del compromiso profesional se encuentra en proporcionar a los colaboradores una amplia autonomía, la oportunidad de progresar y un sentido de propósito. Puede que el jefe no sea la persona más indicada en la toma de decisiones estratégicas, desarrollo de productos, presupuestos… en síntesis, las decisiones más importantes de la empresa. Ése es uno de los mensajes de Dennis. No soy tan extremista como él, pero percibo algo de sentido o razón en sus palabras. Por si antes de acceder al texto quieres saber un poco más sobre su contenido, te dejo un resumen alojado en SlideShare por Mark Pearson (Fuente de la imagen: instantánea de la presentación).
[1] Bakke, Dennis. The Decision Maker: Unlock the
Potential of Everyone in Your Organization, One Decision at a Time. Editorial Pear
Press. March 5, 2013. Disponible en Amazon a 29 de enero de 2015.