Las crónicas de Cadfael

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
En el fin de semana pasado he estado rehojeando algunos de los títulos de la saga de “Fray Cadfael, el monje detective”, de la autora Ellis Peters (seudónimo de Edith Mary Pargeter), que andaban cogiendo polvo en la estantería. En específico, “Un asesino en la feria”, “La hierba maldita” y dos de mis preferidos: el primero, “Un dulce sabor a muerte”, y el último de las crónicas de Cadfael, “La penitencia de fray Cadfael”[1]

El monje, enérgico, observador, justo, claro y curioso, antes de monje disfrutó de una vida plena de experiencias en las Cruzadas, metiéndose a monje ya bastante madurito el hombre, encargándose del herbolario del monasterio y ejerciendo de médico, forense, detective… dando consejos y resolviendo misterios[2]. Parte de este texto también se ha editado en el sitio de Manuel, bajo el título “Enérgico, observador, justo, claro y curioso”.
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[1] Pargeter, Edith Mary. Un asesino en la feria (1981), La hierba maldita (1980), Un dulce sabor a muerte (1977), La penitencia de fray Cadfael (994). Ed. Grijalbo. 1995.
[2] Me gusta de la autora su constante preocupación por documentarse históricamente, sin fantasía e impregnando de presumible realidad del momento fidedigno.