El profesor como orientador

Fuente de la imagen: archivo propio
En el fin de semana pasado he estado hojeando el texto de Enrique Martínez-Salanova Sänchez, : “El profesor como orientador de los procesos de enseñanza-aprendizaje”[1]. Apunta Martínez-Salanova en el prólogo que no existe país que no sufra ansiedad colectiva y política respecto al problema del desempleo, que se agudiza cada día más en la medida en que se democratizan los países, se rompen las barreras culturales, informativas, raciales y políticas y se movilizan las estructuras en razón directa a lo que se mueve por el nuevo impacto de la sociedad informatizada. En esa dinámica democrática se solicita y orienta a los agentes de las políticas educativas que se esmeren en la orientación hacia todo aquello que tiene relación con la formación para el empleo.

Y es que, como escribía Enrique, ese desafío de los profesionales de la enseñanza y la formación pasa por políticas educativas y formativas que nos capaciten profesionalmente en este siglo XXI. Escribe el autor que en ese contexto entra de lleno la formación en conocimientos, técnicas y comportamientos, la orientación hacia nuevas profesiones, la formación en tecnologías, idiomas, las formas diferentes de comunicación y los valores solidarios como elemento constituyente de la futura supervivencia de la especie humana. Parte de este texto también se ha editado en el Sitio de Manuel, bajo el título “Orientador de procesos de enseñanza-aprendizaje”. Fuente de la imagen: archivo propio.
___________________________________
[1] Martínez-Salanova Sánchez, Enrique. El profesor como orientador de los procesos de enseñanza-aprendizaje. Ed. FACEP. 1999.