Rodando esta mañana por el populoso polígono Guadalhorce, de la ciudad de Málaga (España), en busca de la sede donde se me había convocado para una entrevista, desorientado consecuencia del volumen de tráfico y con el objetivo de relajarme un poco, sintonizo la Cadena Ser y escucho a Antonio Gala hablar de su nuevo libro “El pedestal de las estatuas”, una aproximación a la España de Felipe II, donde el secretario del rey, Antonio Pérez, va narrando la, según Gala, Verdad.
He llegado a casa y antes de almorzar, he localizado un libro que me regalaron en abril del año 2003: “Antonio Pérez”, de Gregorio Marañón (editorial Espasa Calpe).
Aunque leí bastantes capítulos y me hojeé todo el libro, me ayudo ahora de la reseña para trasladaros que Antonio Pérez no era tan maquiavélico como lo pintaban y que también el rey, Felipe II, se las traía consigo.
Por un momento, percibo la realidad política y económica de nuestro país y pienso: "Qué poco ha cambiado".
El ansia de poder sin escrúpulos.