El lado activo del infinito

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
En el fin de semana pasado, he vuelto a re-hojear el texto de Castaneda[1], ese “lado activo del infinito”, que se resume en la sinopsis como un álbum de sucesos memorables de Carlos: el recuento de su vida a partir de la revisión de aquellos momentos que la cambiaron y de la iluminación definitiva que supuso su encuentro con Don Juan, representando un acercamiento radical a la fuente del conocimiento chamánico, en cuanto éste tiene de preparación para el viaje definitivo: el que todos emprendemos al final de la vida.

Castaneda recupera los momentos culminantes de su experiencia con el chamán y me ofrece una iluminadora revisión de su propio proceso personal, del trayecto que le permitió acceder a esa fuente de pensamiento trascendente y prepararse para entrar en esa región del conocimiento que los chamanes llaman “el lado activo del infinito”. Parte de este texto también se ha editado en el sitio de Manuel, bajo el título “Insensatas figuras ante un espejo”. Fuente de la imagen: mvc archivo propio.
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[1] Castaneda, Carlos. El lado activo del infinito. Ediciones B. 2001.
[2] Como todo duro caminar de la infancia de la década de los setenta de la Ronda profunda.