Tras la euforia

Fuente de la imagen: archivo propio

En el fin de semana pasado he estado rehojeando el texto de  los profesores Alejo José G. Sison, Joan Fontrodona e Iñaki Vélaz, en “Tras la Euforia”[1]. Apuntan en la reseña que al comienzo de la nueva economía había que controlar la euforia, pero luego hubo que evitar más bien la depresión. Con todo, ninguna recesión es inevitable y, en el peor de los casos, siempre se podrá trabajar para que la recuperación sea inmediata, suerte y sostenida.

En su prólogo, el extinto Rafael Termes, deja meridianamente claro que “la ética no es ni puede ser para la nueva economía distinta de lo que ha sido para la vieja economía, aunque los problemas que la nueva presentan requieran una manera concreta de cumplir con las universales e invariables normas éticas”. Parte de este texto también se ha editado en el Sitio de Manuel, bajo el título “De gustibus non est disputandum”. Fuente de la imagen: archivo propio.

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[1] Alejo José G. Sison, Joan Fontrodona e Iñaki Vélaz. Tras la Euforia. Ed. Prentice Hall. 2002.