En el fin de semana pasado he estado rehojeando “Teoría Económica de la Contabilidad”[1], de José María Fernández Pirla. Tal y como el autor reconoce en la presentación, el texto estaba basado en el planteamiento que hizo de la asignatura de contabilidad cuando opositó a la cátedra de contabilidad de la Escuela de Comercio de Gijón (1950) y que, por muy novedoso que fuera esa concepción doctrinal, debía de adaptarse a cada nuevo tiempo puesto que, como se deja entrever en el prólogo, la contabilidad es un instrumento de “representación del acontecer económico”.
En mi opinión, si bien hubo honestos atisbos de ir adaptando esa teoría económica a cada presente normativo, al final las nuevas orientaciones o caminos teóricos que la contabilidad iba tomando en mi país, consecuencia del rumbo legislativo, solo fueron mencionados y justificados, de forma que lo “revolucionario” de los años cincuenta se convirtió en una “teoría contable más” en las décadas posteriores. Parte de este texto también se ha editado en el Sitio de Manuel, bajo el título ¿Representaba el acontecer contable-económico? Fuente de la imagen: archivo propio.
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[1] Fernández Pirla, José María. Teoría Económica de la Contabilidad. Editorial Cibernos. 1977.