Hace unos días, me comentaba Encarna que ya estaba su nuevo libro en las librerías (¡Felicidades! A ver si un alma caritativa tiene a bien dispensar un ejemplar 😊- se avisa que son dos volúmenes). Si eres follower de este sitio, conocerás mi proactiva relación con la autora. Casi diez años han pasado de “La primera tarjeta de navidad”, y en el post “Hablar en público” te apunté la frase que le contesté en la década de los ochenta del siglo pasado: “Encarna, puedo hacerlo”. En cuanto a la novela, serie “Reinos de Cristal”, por ahora consta de dos partes: “La comitiva del milagro” y “La cánula áurea”. Según la sinopsis, la historia comienza con la pregunta ¿cómo hacer que el rey Enrique IV de Castilla, después de un fracasado primer matrimonio con Blanca II de Navarra -unión que terminó anulada por no consumación- y su prima, Juana de Portugal, engendren un hijo? Bueno, no te cuento más (entre otras razones, porque aún no la he leído) y le deseo a Encarnación la mejor de las suertes.
En “Acerca de” te insinuaba que es bueno esto de escribir, que lo recomienda nada menos que el maestro de la historia Maktub, de Paulo Coelho, "ya sea una carta o un diario", novelas históricas, como Encarna, o unas notas en este blog, pero hay que escribir, porque nos "acerca a Dios y al prójimo" y posibilita entender mejor nuestro rol en la vida. No hace mucho, escribía Steve McKee en bloomberg, A Branding Exercise for Your Business: Write a Book, que traducido con mi inglés de los Montes de Málaga es algo así como “Un ejercicio de marca para nuestro negocio: escribir un libro”, que resulta relativamente hacedero ironizar acerca de los “porrones” de libros de negocio vulgares que salen a la venta cada año, pero planificar un libro de negocios, aún cuando no se vaya a publicar, es un ejercicio útil para empresarios que buscan delimitar y redefinir mejor su marca y poner en el disparadero la demanda por sus productos o servicios.
Para ello, McKee desgranaba unas propuestas, como determinar el título del libro, debiendo centrarse en la cepa de la marca, idea o proyecto, describiendo su esencia en una plegaria o invocación. Es necesario huir de estereotipos del tipo “nuestra gente es lo más importante” o “nos preocupamos por tu futuro”. Hay que utilizar oraciones reflexivas, insinuantes, expresivas o alegóricas. Y es que elegir un buen título posibilitará el planteamiento de cuestiones sobre lo que en verdad queremos contar a nuestros clientes. Las respuestas reforzarán los elementos a los que posteriormente atribuiremos nuestro éxito institucional y formará parte de la amalgama de la cultura empresarial del proyecto, idea o negocio. A continuación te dejo un vídeo, subido a Youtube por Ediciones Alféizar Editorial, con una semblanza de “Reinos de Cristal” (Fuente de la imagen: pixabay).