En el episodio 1 de la Guerra de las Galaxias, “La amenaza fantasma”, Qui-Gon Jinn le dice a Anakin al salir de Coruscant en dirección a Naboo: "Tu enfoque determina tu realidad"[1]. Frase similar es la que Daniel Goleman, que ya aparece referenciado en algunos textos de este blog (“Dejar al descubierto tus intimidades”, “Nueva transparencia”, …), apuntaba en la sección “La Contra” de La Vanguardia de hace unos meses[2] y sobre la que gira su texto Focus[3], que terminé de hojear ayer. Efectivamente. Aquéllos que cultivan meditación inteligente, consiguen una maximización de su rendimiento profesional, empresarial, institucional o personal.
Sin embargo, la capacidad de atención continua que propone Goleman es una rara avis en el día a día de algunos de nosotros. Y no pensemos que “focus” es una habilidad innata de unos cuantos elegidos. Todo lo contrario, puesto que el enfoque actúa de forma similar a la musculatura de las personas, por lo que si trabajamos esa perspectiva y orientación consciente, se vuelve tensa, fuerte, eficaz, productiva, pero si practicamos en exceso el “sillón ball”, se vuelve flácida, improductiva, desluciéndose, desvigorizándose. Te dejo un vídeo, subido a Youtube por PortaldelCoaching, con una entrevista a Daniel Goleman, sobre “Focus: como desarrollar la atención para alcanzar la excelencia”.
[1] Fuente. Wikiquote.
[2] Edición impresa de La Vanguardia del veintiocho de noviembre de dos mil trece. Última vez verificado link: 31 de agosto de 2014.
[2] Edición impresa de La Vanguardia del veintiocho de noviembre de dos mil trece. Última vez verificado link: 31 de agosto de 2014.
[3] Goleman, Daniel. “Focus: The Hidden Driver of
Excellence”. Editorial Harper Collins. 2013. Amazon.