Ayer tarde terminé de hojear “El Perro Pastor que perdió su rebaño”, de Consol Iranzo, editorial Zenith, cuento interpretado por los habitantes de un supuesto bosque, actuaciones que podrían ser reconocibles en nuestra sociedad. Dice la reseña de la contraportada, que "el texto acerca el mundo del coaching a todos los interesados en conocer más sobre esta filosofía. Asimismo, ayuda a reflexionar sobre el hecho de que, en ocasiones, somos nosotros mismos los que nos limitamos al no buscar la riqueza que reside en nuestros propios talentos".
Será por la rapidez con la que he pasado las hojas, la cantidad de escritos tipo “autoayuda” que antaño, hace una década, he consumido hasta la saciedad, las numerosas sesiones de coaching y tertulias sobre el referente que lleva uno en las espaldas, o que mi subconsciente se está influenciando por la crítica sólida y argumentada de una compañera que se está doctorando en inteligencia emocional, el caso es que no lo encuadro en una historia que te permite conocer más sobre esa filosofía. Lo catalogo como una regodeada semblanza, para abrir boca. Tal vez deba darle un repaso pausado para detectar el presunto verdadero mensaje (imagen del perro que aparece en la portada del libro).
Será por la rapidez con la que he pasado las hojas, la cantidad de escritos tipo “autoayuda” que antaño, hace una década, he consumido hasta la saciedad, las numerosas sesiones de coaching y tertulias sobre el referente que lleva uno en las espaldas, o que mi subconsciente se está influenciando por la crítica sólida y argumentada de una compañera que se está doctorando en inteligencia emocional, el caso es que no lo encuadro en una historia que te permite conocer más sobre esa filosofía. Lo catalogo como una regodeada semblanza, para abrir boca. Tal vez deba darle un repaso pausado para detectar el presunto verdadero mensaje (imagen del perro que aparece en la portada del libro).