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| Fuente de la imagen: mvc archivo propio |
En el fin de semana pasado he estado re-hojeando “Las cuatro obsesiones de un ejecutivo. El reto del nuevo líder pasa por una excelente claridad organizacional”[1], donde el autor intenta presentarme las cuatro claves fundamentales, a modo de obsesiones de un ejecutivo, para conseguir que mi empresa cuente con una organización que goce de buena salud: crear un equipo de liderazgo; generar claridad organizacional; comunicar esa luminosidad y reforzar la claridad organizacional mediante los sistemas humanos. También, procura proporcionarme las herramientas para aplicar esos principios de una manera clara y presumiblemente práctica.
Los protagonistas de la narración dirigen dos empresas competidoras que representan sendos modelos organizativos contrapuestos, ofreciéndome Lencioni una lección de sabiduría empresarial, al resultar crucial para los directivos de cualquier empresa dedicar sus mayores esfuerzos a construir una organización saludable, objetivo que con demasiada frecuencia suele ser relegado por muchos líderes, porque requiere disciplina, coraje, una visión a largo plazo y resulta difícil de medir en términos cuantitativos. Parte de este texto también se ha editado en el sitio de Manuel, bajo el título “Hacia la claridad organizacional”. Fuente de la imagen: mvc archivo propio.
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[1] Lencioni, Patrick M. Las cuatro obsesiones de un ejecutivo. Ediciones Urano. 2002.