Hace ya unas cuantas décadas, mediados de los años setenta del siglo pasado, iniciando séptimo u octavo de la educación general básica, antigua EGB, todavía recuerdo la entrada, junto con mi madre, en una modesta librería, ubicada en aquella calle estrecha de mi pueblo, Ronda (Málaga, España), para recoger los libros del curso.
De todos los textos, siempre me atraía y, de hecho, actualmente son de los pocos que rememoro, los de la Editorial Santillana. Los legajos de lengua y literatura eran especialmente gordos, densos, como si intentaran trasladar el máximo de información objetiva y veraz y, ahora que lo pienso, dejaban entrever una tímida o presuntamente despistada aportación hacia la búsqueda de “La Verdad” con mayúsculas.
Anoche, en el especial de cuatro sobre el Sr. Polanco, me entero que fue uno de sus buques insignias, promovido por este emprendedor hace más de cuarenta años. No sé si por la trayectoria de esta persona, por los recuerdos de mi niñez o por ambas sensaciones, pero el caso es que me emocioné y todavía tengo esta mañana restos de esa vibración en mis ojos y en mi garganta.
Me he quedado gratamente sorprendido de la cantidad de “Personalidades”, con mayúsculas, de distinta procedencia política, empresarial y social, que lo respetaban. Lamento no haberme fijado mucho antes en la decente trayectoria de este empresario. Desde esta modesta bitácora, expreso mi reconocimiento y consideración (Fuente de la imagen: yofiaegb,com).